Es importante recordad que cada uno tenemos un proceso diferente. Caer en la trampa de compararnos con las personas que conocemos puede ser perjudicial.
A medida que vamos creciendo, es normal toparnos con ciertos estereotipos que cada uno deberíamos estar cumpliendo a cierta edad. Las espectativas que los demás ponen sobre nuestras vidas pueden llegar a ser abrumadoras si lo permitimos y si no sabemos lo que realmente queremos.
Si nuestros ideales de vida van acorde a estas espectativas o no, es nuestra decisión, pero también es importante recordar que no todo tiene que pasarnos al mismo tiempo que le pasa a los demás o que “debería estarnos pasando”. Enfocarnos en esto puede ser frustrante y despertar emociones negativas.
En vez de pensar constantemente e lo que le pasa a los demás o en lo que debería estarte pasando, escríbe tus metas, prioriza las que son más importantes para ti y asígnales un tiempo para cumplirlas. Tomar accción para cumplir tus objetivos o sueños te ayudará a ganar confianza en ti mismo, a creer en tu tiempo y proceso y a ser menos suceptible ante comentarios o cuestionamientos de otras personas.
No existe una receta secreta. La felicidad se ve diferente para cada uno y por lo mismo tomará diferentes tiempos y acciones para alcanzarla. Al final, lo importante es que seas honesto con lo que buscas y que te seas fiel a ti mismo.